jueves, 16 de septiembre de 2010

Con la espina en la mano y gozo en el corazón


Está representado en el momento mismo de la Pascua, paso de la muerte a la vida. Este Jesús humillado y glorificado es el centro de la espiritualidad de la Santa
La pobreza de documentos escritos no es un problema para quienes pretendemos conocer más a fondo a nuestra Rita. No lo es gracias a la riqueza pictórica que nos permite ahondar en su vida espiritual y tiene para nosotros valor documental. Entre las muchas obras de arte ritiano merece una especial mención las pinturas del segundo sarcófago de la Santa (realizado diez años después de su muerte) Con un estilo propio del 1400 esta obra, nos introduce en el corazón mismo de Rita, permitiéndonos un acercamiento más profundo a su rica espiritualidad agustiniana.
En el centro del sarcófago podemos apreciar la figura de Cristo que está de pie dentro del sepulcro, sobre su cabeza tiene la corona de espinas y son visibles las llagas de sus manos y de su costado.
Está representado en el momento mismo de la Pascua, paso de la muerte a la vida. Este Jesús humillado y glorificado es el centro de la espiritualidad de la Santa.

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