jueves, 16 de septiembre de 2010
Una vid prodigiosa
La tradición dice que siendo Rita novicia, la superiora le pidió que regara, por obediencia, un sarmiento seco que se encontraba en el jardín y que cuidara de él.
Ella lo hizo humildemente cada día. Al cabo de un tiempo el sarmiento seco retoñó transformándose en una lozana vid. De ahí que sea bastante común en algunos santuarios dedicados a Santa Rita, particularmente en el de Casia, hallar una vid junto a un pozo, símbolo de la obediencia de la Santa y de su fecundidad espiritual.
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